Cómo medir la usabilidad de una web

La usabilidad es la capacidad de algo de ser usado. En el campo específico del diseño web, la usabilidad se refiere a la facilidad o dificultad con la que los usuarios de un website navegan, interactuan, encuentran información y, en general, realizan las acciones que quieren realizar en él.

Como la usabilidad es por naturaleza algo subjetivo y dificilmente medible, hay que recurrir a técnicas que, aunque aproximadas, son al menos más objetivas, para poder evaluar la usabilidad de un sitio o sistema web.

Una de estas técnicas es la medición de varias propiedades relacionadas con la facilidad de uso. Estas propiedades que hay que medir son las siguientes:

  • Satisfacción – Mediante un cuestionario anónimo
  • Eficiencia – Midiendo el tiempo que se tarda para realizar una(s) tarea(s) determinada(s)
  • Aprendabilidad – Midiendo el tiempo que se tarda en alcanzar un cierto nivel de conocimiento
  • Errores – Contando el número de errores que ocurren mientras se usa la web para completar una tarea determinada
  • Memorabilidad – Contando el número de respuestas correctas en un test de memoria del funcionamiento de la web

Algunas de estas propiedades son un poco subjetivas, como por ejemplo la satisfacción, pero aún así se puede evaluar especificando unos niveles-objetivo. Por otro lado, la eficiencia, la aprendabilidad, el cómputo de errores y la memorabilidad son propiedades más fáciles de medir matemáticamente.

Con esta técnica planteada, podemos estar seguros de que mediremos la usabilidad de un website de un modo bastante certero. De todos modos, hay otras variantes en este tipo de mediciones relativas a la usabilidad, como por ejemplo aquella en la que se miden sólo 3 factores: la eficacia (el usuario logra lo que quiere), la eficiencia (lo logra rápidamente y sin obstáculos) y la satisfacción (después de completar la tarea).

Con la técnica de las 5 propiedades, debemos asignar diferentes niveles -objetivo requeridos de usabilidad para cada propiedad que evaluamos. Por ejemplo, si la satisfacción la medimos en una escala de 1 a 5, en la que una satisfacción óptima es 5, podemos fijarnos como meta llegar al nivel 4, que ya es suficientemente difícil de conseguir, y podemos establecer que no daremos por buena una web cuya satisfacción en el uso esté por debajo de 3. Lo mismo con las otras propiedades.

A priori, otros atributos, como el número de errores, son más fáciles de evaluar, porque consiste en contar las veces que un usuario se equivoca al querer realizar una tarea. Pero ojo, no nos llevemos a engaño: identificar y comprender por qué suceden los errores requiere tanto experticia como experiencia.

Habitualmente, los requisitos de usabilidad que se quieren para un website se definen después de que se han establecido los requisitos técnicos, sin que ello suponga ningún problema. Pero si los requisitos de usabilidad se definen demasiado tarde en un proyecto web, entonces implementarlos puede ser terriblemente caro. Por tanto, idealmente los requisitos deben establecerse después del diseño y antes de la programación.

De todos modos, no está de más tampoco ir comprobando que la web cumple con los requisitos de usabilidad establecidos a medida que la vamos construyendo, es decir, en diferentes estadios del ciclo de desarrollo del proyecto. Ello nos ayudará a ir evaluando la usabilidad del sitio para que, cuando tengamos que realizar una medición de usuabilidad, logremos una buena calificación.