Google no es todo oro…

Lo siento, adoradores de Google, pero Google también tiene sus shortcomings (sí, ya sé que uso Blogger, ya había caído en eso, pero es por la excelente combinación con mi adorado Flickr.com)

Empezando por el propio buscador, cuyo algoritmo dista mucho de ser aceptable:

– La filosofía del PageRank de que cuántos más enlaces tiene un website mayor PR obtiene es sólo relativamente eficaz. En verdad, suele ser norma no escrita que lo más votado no es siempre lo mejor. Así, por ejemplo, una web con contenido de primer nivel pero que apenas se promociona se hundirá en la miseria, mientras otra con un nivel de contenidos menor pero muy activa en su promoción la superará en la SERP. El PageRank premia la popularidad, y no la calidad. Google debería encontrar fórmulas para evaluar la calidad de un website no por votaciones, sinó por otros criterios.

– El buscador sigue sin entender muchas búsquedas, por lo que una segunda o tercera búsqueda es bastante (demasiado) habitual. Tampoco sugiere, para desambiguar, ninguna propuesta (como sí hacen algunos buscadores, especialmente los de servicios online de datos).

– El buscador no entiende la semántica de las frases, e ignora por completo preposiciones y artículos que muchas veces son vitales (y por ello, en nuestra lengua hablada, utilizamos). Otros buscadores sí entienden la relación que entre dos palabras determina una preposición. Google ignora por completo eso, y sí queremos forzarlo a que lo tenga en cuenta, nos vemos obligados a poner comillas y a quedarnos con una sólo proposición.

– La búsqueda con el criterio tiempo incluido da pena. En Internet, un ecosistema en que la información se genera a una velocidad de vértigo, poder acceder a la información más reciente es fundamental. Google pasa olímpicamente y si buscas información sobre temas en que la fecha importa, te seguirá entregando siempre el más popular, aunque sea de 1998.

– Los resultados de la búsqueda no pueden ordenarse (sorting) por fecha de publicación, ni por PageRank (asumiendo que fuera útil), ni siquiera por idioma aunque Google sí sabe en qué idioma está escrito algo.

– Tampoco está apenas personalizado. Por personalizado quiero decir que Google al final sepa cuáles son tus intereses, y que, en caso de que una palabra o nombre relacionarse con muchas cosas (por ejemplo, Apple con manzanas, o Apple con la empresa) prime aquellos resultados que, por tu historial, estén más cerca de tu núcleo de interés (utilizando folksonomías, por ejemplo)

– Finalmente, hay otras cosas en que otros buscadores lo superan, no hay drag and drop como sí tiene el A9.com de Amazon, ni hay apenas historial, ni marcadores, etc.