Importancia de una buena infografía

Como cualquier pupilo de Edward Tufte sabe, la infografía es esencial para expresar visualmente datos complejos de una manera comprensible, ilustrativa y ajustada a la realidad. El mapa de las elecciones en Estados Unidos es un buen ejemplo para explicar lo transparente o perversa que puede ser la infografía.

Las elecciones americanas en 2004 arrojaron este mapa electoral:

Viendo el mapa lo que se ve inmediatamente es que los partidarios de Bush (rojos) se hicieron con la mayor parte de EE.UU., excepto en los estados “raritos” de Nueva Inglaterra/Grandes Lagos y la Costa Oeste, que prefirieron a Kerry (azules). El mapa da la impresión de que, en materia política, los EE.UU. están divididos en dos grandes bloques territoriales antagónicos.

Sin embargo, esta impresión es equívoca. Si realizamos un mapa con un mayor detalle por condados en vez de por estados, y en el que ya no sólo utilizamos dos colores (rojo y azul en función del partido que obtuvo más votos, sino varios gradientes de azul y rojo en función de los porcentajes obtenidos por cada partido), la impresión es muy diferente, y mucho más ajustada a la realidad. Ya no tenemos unos EE.UU. divididos en dos grandes bloques conservador (mayor parte del país) y liberal (periferia), sino un país bastante homogéneo.

Por tanto, la impresión causada por el primer mapa de que los EE.UU. están divididos en una América central conservadora y una América periférica liberal es falsa. América es en realidad violeta.